Un doctor, un abogado, un joven y un monje tomaron un vuelo por domingo en la tarde en un avión privado. De forma repentina, el aeroplano tuvo problemas en el motor.
Aun así con los mayores esfuerzos del capitán, la aeronave empezó a descender. Al final, gritó a los pasajeros que mejor saltaran, y él mismo saltó.
Desgraciadamente, solo quedaban tres paracaídas.
El doctor tomó uno y empezó a gritar: “Soy médico, mi misión es salvar vidas, así que tengo que vivir” y saltó.El licenciado también gritó, “Soy abogado, somos la gente más lista en el mundo, debo vivir”, tomó otro paracaídas y brincó.
El monje veía al pequeño joven y mencionó: “Valiente muchacho, he vivido toda una longeva y tranquila vida”,
Eres todo un joven, tienes todo un futuro por vivir, por favor agarra el último paracaídas que queda, y vive en paz con tus seres queridos.
El joven le regresó el paracaídas al monje y le menciono: No importa más, padre. El hombre más inteligente, acaba de saltar con mi mochila”.
Mensaje positivo:
Tu trabajo no te define, pero ser buena persona si lo hace.
Fuente:historiasparareflexionar.com
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